¿Demasiado fuerte?
Para quienes no tienen la costumbre de destilados de más de 42 grados, el mezcal que suele ser a partir de esa graduación, una experiencia desagradable, pues dará al paladar un "golpe de alcohol" y muy probablemente le hará toser.
Existen técnicas para evitarlo y no llevarse una mala experiencia con el mezcal. Aquí algunas de ellas:
- Si ya se tiene costumbre del mezcal, beber primero un poco del que ya se tiene costumbre y posteriormente probar el que nos ha parecido fuerte, para entonces el paladar ya estará dispuesto al de mayor graduación.
- Otra técnica es poner un poquito de saliva en la boca y dar un besito al mezcal, mover esa mezcla por toda la boca durante 7 minutos, tragarlo y mantener la boca cerrada. Pasados dos minutos repetirlo y un par de minutos después se puede dar el trago de forma normal.
No es de esperar que inmediatamente se puede convertir en experto en destilados de alta graduación, todo es un proceso y estas técnicas ayudan a conseguir resultados óptimos inmediatos pero el camino para degustar el paladar es muy largo.
Lo mejor para acostumbrar el paladar es tomarlo con moderación y siempre explorar nuevos agaves, regiones y maestros, ya que su compliejidad permite contar con diferentes expresiones en cada uno de ellos. No es lo mismo probar un Espadín elaborado en Marzo que otro elaborado en Octubre, las condiciones climáticas como temperatura y humedad así como cada una de las etapas del proceso de elaboración permiten notas diferentes en cada preparación.
